Ingredientes
Para 8 personas
- 500 gramos de requesón muy seco
- 300 gramos de mantequilla
- 300 gramos de azúcar glace
- 2 yemas de huevo
- 1/4 parte de una cucharada de café de extracto de vainilla
- Un poco de cáscara de limón
- 100 gramos de fruta glaseada surtida
Para decorar:
- 60 gramos de mantequilla
- 30 de azúcar glace
- 12 cerezas confitadas
Preparación
Se ponen a escurrir 500 g de requesón en una muselina o trapo de cocina durante 24 horas, de manera que se consiga un queso muy seco. En seguida se pasa por la batidora para formar una pasta.
Se calienta una ensaladera y se ponen en ella 300 gramos de mantequilla cortada en trocitos. Se aplasta con una cuchara de madera hasta volverla cremosa. Entonces se añade el requesón más 300 gramos de azúcar glace y dos yemas de huevo. Se mezcla todo bien removiendo fuertemente con una cuchara de madera. Hay que obtener una pasta cremosa. En seguida se añade la 1/4 parte de una cucharada de las de café de extracto de vainilla y 100 gramos de fruta glaseada cortada en daditos; se agrega un poco de cáscara de limón rallada.
Se moja y se seca a fondo una muselina o trapo de cocina, y se pone en un molde. El molde tradicional para este postre es de forma piramidal y tiene un agujero en el fondo para facilitar el goteo. A falta de este molde especial, se puede utilizar un tiesto de arcilla. Se aplasta bien la pasta en el molde y se vuelve a cerrar la muselina. Se pone encima un plato de diámetro inferior al del molde y sobre él un peso que aplaste bien la pasta. Se deja reposar durante 24 horas en el frigorífico. Al cabo de este tiempo se puede sacar del molde y decorarlo.
Para la decoración, se prepara una crema mezclando con la cuchara, en un bol, 60 gramos de mantequilla y 30 gramos de azúcar glace. Con una manga provista de boquilla rizada se colocan pequeños rosetones de esta crema por encima del pastel y se pone en el centro de cada uno de ellos una cereza confitada.
